Enteráte de la verdadera historia del Parque Industrial Oriente, años de injusticia, personas sin trabajo y muchos sectores perjudicados.
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La Empresa PARAGUAY SYNTHETIC CO. CORP. (Constituida y Registrada en Panamá con Capital de 10.000 US$ ) que se había organizado y formado con el …
Taiwán, con su Diplomacia de Chequera en Paraguay, despojó y se apropió de 40 hectáreas en zona de seguridad en triple frontera. Es que, la …
Un grupo de inversionistas Taiwaneses, fueron violentados en su buena Fe, sobre todo, en el cumplimiento del giro correspondiente de un crédito que…
Ley N° 2330 | Aprueba el Memorándum de Entendimiento sobre el Plan Estratégico de Inversión y Comercio LEY Nº 2.330QUE APRUEBA EL MEMORANDUM DE …
En este material se expone la manera en que un grupo de inversionistas Taiwaneses, fueron violentados en su buena Fe, sobre todo, en el cumplimiento del giro correspondiente de un crédito que se les otorgo (La hipoteca registrada como N° 1 del 14 de enero de 1.997, inscrita en la Cuarta Sección del Registro General de propiedades, Hipoteca serie B, N° 656, Folio 5038 y sgts. Del 1 de agosto de 1.997; y escritura N° 103 de fecha 11 de agosto de 1997, inscrita en la Cuarta Sección del Registro General de Propiedades, Serie A).
Las relaciones entre Paraguay y la República de China (Taiwán) se siguen sosteniendo bajo numerosos intereses e importantes beneficios mutuos. No obstante, también con lleva divisiones en el plano regional, particularmente entre los miembros del Mercosur y sus proyecciones comerciales con la República Popular China. En consecuencia, el presente Documental procederá a analizar esta relación bilateral, buscando exponer la situación en particular del PARQUE INDUSTRIAL construido en Minga Guazú del Alto Paraná, que inicialmente fue denominada PARQUE INDUSTRIAL ORIENTE S.A., con detalles desde el proyecto de la obra, la etapa de culminación y hasta la culminación del Parque, y en el presente con el desalojo a los inversionistas que con mucha Fe y confianza invirtieron sus 4 millones de dólares en el Proyecto, los cuales le fueron despojados y además cuantiosas perdidas por robo y deterioro que sufrieron sus maquinas al ser tirados en la vía pública. Desde el convenio de préstamo realizado en junio de 1.996, hasta la fecha octubre 2.023, han pasado más de 27 años, lo que denota que el Interés personal de otros, ha primado sobre los intereses ciudadanos, sobre todo el interés del Paraguay, obstaculizando que se genere fuentes de trabajo y se tenga de esta manera una economía más fortalecida. Sobre todo, demostraremos que el Capital Inversionista, se ve avasallado y no tiene la suficiente garantía para operar con seguridad y obtener la retribución a la apuesta realizada, ya que hechos delictivos como asociaciones ilícitas, evasión de impuestos, lavado de dinero de otros, pasan desapercibido por la Justicia paraguaya y se adjudican bienes ajenos, aprovechándose de sus credenciales diplomáticas para obtener beneficios comerciales. En este material se expone la manera en que un grupo de inversionistas Taiwaneses, fueron violentados en su buena Fe, sobre todo, en el cumplimiento del giro correspondiente de un crédito que se les otorgo (La hipoteca registrada como N° 1 del 14 de enero de 1.997, inscrita en la Cuarta Sección del Registro General de propiedades, Hipoteca serie B, N° 656, Folio 5038 y sgts. Del 1 de agosto de 1.997; y escritura N° 103 de fecha 11 de agosto de 1997, inscrita en la Cuarta Sección del Registro General de Propiedades, Serie A). Este Crédito fue autorizado por el I.C.D.F. ( Fondo de Cooperación y Desarrollo Internacional de Taiwán) y la función de facilitador de esta transferencia bancaria transfronteriza, fue utilizado el banco EXIMBANK, y la empresa beneficiaria de este desembolso es la empresa P.I.O. S.A.. Resulta que en este caso los Sres. CHENG CHUNG CHEN, LI CHUNG SHAO, PAI PO LEE y CHYI HWAY GONG como funcionarios del I.C.D.F. (Fondo de Cooperación y Desarrollo Internacional de Taiwán) -dependiente directo del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán (Cancillería de Taiwán)- y a la vez miembros en ese entonces de la Empresa PARAGUAY SYNTHETIC CO. CORP. , y en complicidad CHING NAIN TSAI (Representante del EXIMBANK), maquinaron una gran maraña de simulaciones jurídicas y maniobras financieras con el fin de hacer imposible que la Empresa Parque Industrial Oriente S.A., pueda cumplir con sus obligaciones de deudora y así llevarla a un juicio de remate (en fecha 01-12-2.004). Crearon una empresa ficticia (Paraguay Synthetic Corp.) cuatro meses previos del Remate, donde ellos mismos son los titulares, con el fin de adjudicarse todos los bienes pertenecientes al Parque Industrial. A través del EXIMBANK, estos DIPLOMATICOS del I.C.D.F. retrasaron la entrega de este capital, para el inicio y posterior prosecución de la obra del parque Industrial, y exigieron el pago de las cuotas en fecha de la cláusula, utilizando de esta manera su influencia gubernamental, que a la postre, se consumaría con el objetivo de quedarse con el parque, utilizando su tráfico de influencia, formando esta empresa en Panamá, para que finalmente a través de un REMATE forzado y manipulado, oferten y ellos mismos lo compren, sin que los inversionistas hayan sido notificados acerca de este Remate. Además, con lo realizado por el I.C.D.F. y el Eximbank, y al notar que Paraguay Synthetic Corp. es una empresa subsidiaria de la Cancillería de Taiwán, este hecho va en contra de nuestra Constitución Nacional: CAPÍTULO IV. DEL ORDENAMIENTO TERRITORIAL DE LA REPUBLICA. Artículo 155 - DEL TERRITORIO, DE LA SOBERANÍA Y DE LA INENAJENABILIDAD El territorio nacional jamás podrá ser cedido, transferido, arrendad, ni en forma alguna enajenado, aun temporalmente, a ninguna potencia extranjera. Los Estados que mantengan relaciones diplomáticas con la República, así como los organismos internacionales de los cuales ella forma parte, sólo podrán adquirir los inmuebles necesarios para la sede de sus representaciones, de acuerdo con las prescripciones de la ley. En estos casos, quedará siempre a salvo la soberanía nacional sobre el suelo. Con todo esto, queremos que este material llegue a las Autoridades pertinentes y correspondientes, a fin de que puedan analizarlo, lo procesen e investiguen el trasfondo de lo que ha ocurrido con este Parque Industrial Oriente.
Las relaciones entre Paraguay y la República de China (Taiwán) se han mantenido constantes desde la firma del Acuerdo para el Establecimiento de las Relaciones Diplomáticas realizado en julio de 1957. La compleja situación que se sostiene desde hace siete décadas en el Estrecho de Taiwán entre la República de China (Taiwán) y la República Popular China (RPC) no ha modificado la confianza depositada por Paraguay en el gobierno taiwanés. La llegada del régimen del Kuomintang a la isla de Formosa en 1949 y la posterior fundación de la República Popular China (RPC), son producto del desenlace de una guerra civil iniciada en 1927. Este conflicto, interrumpido por una década debido a la invasión japonesa de 1936, enfrentó al Partido Nacionalista Chino o Kuomintang y al Partido Comunista, y finalizó con la derrota de las tropas del gobierno de Chiang Kai-shek en manos de las fuerzas lideradas por Mao Tse Tung, obligando al líder nacionalista a trasladar lo que quedaba de su gobierno a la isla de Taiwán. La República de China logró sostener su estatus internacional proyectando una postura anticomunista y manteniéndose a la sombra de Estados Unidos durante la Guerra Fría. Así, en los años cincuenta, las relaciones internacionales de Taipéi siguieron una política activa, logrando el reconocimiento en las Naciones Unidas como el único gobierno legítimo de China y obteniendo uno de los cinco asientos permanentes en el Consejo de Seguridad (Expósito, 2004: 3). No obstante, la decisión de la ONU fue revertida en 1971. Mediante la resolución 2758, la Asamblea General le otorgó los derechos de representación que poseía la República de China a la República Popular China, el asiento en el Consejo de Seguridad y el reconocimiento como el único representante de la nación china. Como consecuencia, también la mayoría de los países que reconocían la autoridad del gobierno de Taiwán modificaron su postura, perdiendo el reconocimiento diplomático de un gran número de Estados (Aguilar, 2014: 258). Durante la década del setenta, la política estadounidense con relación a la República Popular China atravesó por un período de distensión y acercamiento, de la mano del presidente Richard Nixon y del Asesor de Seguridad Nacional y posterior secretario de Estado, Henry Kissinger. Respondiendo a necesidades estratégicas de la Guerra Fría, y considerando el potencial económico y en materia de inversiones que proyectaba el mercado chino, Nixon establece el primer contacto directo por medio de una visita a Pekín, Hangzhou y Shanghái en el año 1972 No obstante, el reconocimiento oficial del establecimiento de relaciones diplomáticas con la RPC no llegó hasta 1979. De la misma forma, ese mismo año Estados Unidos y Taiwán acordaron mediante el Acta de Relaciones con Taiwán (TRA) el sostenimiento de lazos no oficiales y el mantenimiento de las relaciones comerciales, culturales y militares, siendo esta última una parte esencial del acuerdo, en lo que respecta a la facilitación de armas de carácter defensivo y la formación de las fuerzas armadas taiwanesas. En este período, la mayor parte de los países sudamericanos cambiaron su reconocimiento diplomático a favor de la RPC: haciéndolo Argentina (1972), Brasil (1974), Chile (1970), Perú (1971) y Venezuela (1974) en la primera parte de la década de los setenta; y en la siguiente década Bolivia (1985), Colombia (1980), Ecuador (1980) y Uruguay (1988). En la actualidad, Paraguay es el único país al sur del continente americano que mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, siendo parte de una lista que ha quedado reducida de 71 a 14 Estados que sostienen este vínculo, entre los que se encuentran: Guatemala (1960)Haití (1956) Honduras (1965) Paraguay (1957) San Cristóbal y Nieves (1983) Santa Lucía (1984-1997, 2007) San Vicente y las Granadinas (1981) Suazilandia (1968) Ciudad del Vaticano (1942) Islas Marshall (1998) Nauru (1980-2002, 2005) Palaos (1999) Tuvalu (1979) El apoyo diplomático de estos países resulta fundamental, en la medida en que la supervivencia internacional de la República de China depende de dos aspectos claves: el aspecto jurídico, que consiste en generar y mantener lazos diplomáticos con otros países que acrediten la soberanía y la independencia de Taiwán como Estado; y el aspecto militar, que busca obtener mayor seguridad, por medio de armamento y protección militar, frente a una hipótesis de conflicto bélico con la RPC (Expósito, 2004:). Respondiendo a esto, Taipéi utiliza ciertos mecanismos con el fin de mantener a sus aliados cerca, en medio de una fuerte campaña de la RPC con el mismo fin. En el análisis realizado por Mendelson Forman y Moreira (2008: 2)1, los autores discriminan cuatro estrategias diferenciadas que la República de China ha implementado desde la segunda mitad del siglo XX, y que pueden ser identificadas en su relacionamiento con la región latinoamericana. La primera consiste en la gestión de visitas diplomáticas frecuentes y muy publicitadas de importantes representantes, tanto de altos cargos taiwaneses a Latinoamérica como de políticos latinoamericanos a Taiwán, con el fin de visibilizar el apoyo político en el país y en la comunidad internacional en general. Además, las giras realizadas a la región latinoamericana permiten al equipo político taiwanés, que generalmente incluye al jefe de Estado, el realizar una escala corta en Estados Unidos, obteniendo una excusa para permanecer en el territorio norteamericano una o más noches, a pesar de las protestas de la República Popular China. La segunda estrategia tiene relación con la cooperación técnica y militar. Taiwán cumplió un importante papel durante la guerra fría en lo que concierne a preparación y entrenamiento militar de soldados latinoamericanos, especialmente en Centroamérica durante la década de los ochenta. En la actualidad, la asistencia militar no forma parte importante de su política exterior, habiendo cambiado este enfoque hacia el establecimiento de cooperación en materia de ayuda técnica y asistencia médica en situaciones de desastres naturales o humanitarios. Sin embargo, de acuerdo con los autores, el instrumento más efectivo utilizado en política exterior por Taiwán es la asistencia financiera. La “diplomacia del dólar” o la “diplomacia de la chequera” consisten en el ofrecimiento de ayuda económica no reembolsable o préstamos a bajo costo en materia de infraestructura, salud, educación, seguridad, etc. con el fin de obtener influencia política en la comunidad de Estados. Además, el acercamiento por medio de los lazos económicos también se manifiesta en negociaciones para la concreción de Tratados de Libre Comercio (TLC), realizados principalmente con los países afines de América Central (Mendelson Forman, J; Moreira, S., 2008: 3)2. La importancia de mantener el relacionamiento con sus países aliados ha obligado a Taiwán a mantener hasta el día de hoy una política activa, que fue potenciada a partir de 1992, cuando el desarrollo tecnológico, el poderío manufacturero y el capital acumulado le permitió a la isla establecer una nueva etapa en las relaciones Taiwán-Latinoamérica y buscar un mayor reconocimiento a cambio de poderosas ayudas económicas (Expósito, 2004: 8). De esta manera, la República de China ha logrado proyectar sus intereses en materia de política exterior y ha encontrado en Paraguay a un hábil receptor de estos. A pesar de ser uno de los últimos países sudamericanos en generar este lazo bilateral, en la actualidad, Paraguay representa el último vínculo de Taiwán con la región sudamericana. Numerosos intereses e importantes beneficios mutuos enmarcan este relacionamiento excepcional. No obstante, también conlleva divisiones en el plano regional, particularmente entre los miembros del Mercosur y sus proyecciones comerciales con la República Popular China.
El inicio de relaciones diplomáticas formales en 1957 entre Paraguay y la República de China estuvo marcado por las doctrinas presentes en la Guerra Fría. La afinidad ideológica entre el régimen comandado por el Gral. Alfredo Stroessner y el líder taiwanés, el Gral. Chiang Kai-Shek, favoreció a la firma del Acuerdo para el Establecimiento de las Relaciones Diplomáticas, abriendo nuevas vías de cooperación entre ambos Estados.
Durante el gobierno Stronista, la posición ideológica anticomunista y la política exterior se encontraban estrechamente vinculadas. Presentándose como un aliado incondicional de Estados Unidos y estableciendo relaciones políticas y económicas con países ideológicamente afines o regímenes neutrales como Corea del Sur, Taiwán, Sudáfrica y Japón, Paraguay obtenía reconocimiento y legitimidad internacional, y además generaba fuentes de apoyo y financiamiento alternativos, que fortalecían su posición en el ámbito doméstico.
En el caso concreto de las relaciones con Taiwán, la cooperación bilateral con Paraguay durante la década del ochenta consistió principalmente en la asistencia militar. De acuerdo con Riquelme (1992), tres países influenciaron militar y/o ideológicamente a Paraguay en ese período: Estados Unidos, Brasil y Taiwán. Este último orientó su asesoría en torno a la “Guerra Política”, prestando entrenamiento a soldados y civiles cercanos al régimen stronista en la lucha anticomunista o antisubversiva y aportando armas automáticas y equipamientos de lucha anti-motín.
Además, a partir de la creación de la Liga Anticomunista Mundial (LAM) en Taipéi en 1966 y de la posterior afiliación del Partido Colorado a la misma, en Paraguay surge una organización similar denominada Grupo de Acción Anticomunista (GAA), de carácter extremista y de ultraderecha, que estuvo apoyada tanto por el organismo internacional como por sectores de la élite nacional paraguaya .
Con el fin de la Guerra Fría y la llegada de la democracia a Paraguay, la continuidad del Partido Colorado en el poder, de la mano del Gral. Andrés Rodríguez, generó las condiciones necesarias para sostener las relaciones con la República de China, pese al ofrecimiento de la RPC de cambiar el reconocimiento hacia su gobierno.
No obstante, la década del noventa trajo un aire de cambio para la cooperación bilateral entre ambos países. En una visita del presidente Rodríguez a Taipéi en junio de 1990, el discurso de los jefes de Estado giró en torno a la promoción de la democracia, los derechos humanos y el bienestar social, junto con el deseo de ejecutar roles más activos en el ámbito internacional.
De la misma forma, ambos países buscaron consolidar en este período una nueva etapa de relacionamiento por medio de la profundización y el fomento del intercambio económico, cultural y en materia de ciencia y tecnología, priorizando a su vez un enfoque hacia el comercio y las inversiones.
En los siguientes gobiernos paraguayos, la cooperación bilateral y el intercambio de visitas diplomáticas se mantuvieron constantes. Por su parte, el apoyo de Paraguay a Taiwán pasó a visibilizarse a nivel internacional mediante la inclusión en sus discursos, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de una postura en defensa de las pretensiones de la República de China de ingresar a esta organización.
Durante su estadía en la República de China, el presidente Wasmosy visitó varias importantes instituciones públicas y privadas del país. Siendo la primera visita del presidente Wasmosy desde que asumió a la primera magistratura del estado en agosto de 1993, la misma reviste un hondo significado en el estrechamiento de las cordiales relaciones que existen entre los dos países.
En ocasión de la visita presidencial, los dos países acordaron reforzar la cooperación económica y técnica, y al mismo tiempo estimular a las empresas privadas de las dos naciones a formar empresas conjuntas o alianzas estratégicas.
Uno de los logros más importantes alcanzados entre los dos países en el área de las relaciones bilaterales ha sido la decisión de crear una comisión de cooperación económica entre ambas naciones. La comisión trabaja en base a una serie de conferencias anuales, donde se discuten y estudian las diferentes posibilidades de fortalecer los lazos económicos y comerciales entre ambos países.
La Octava Conferencia sobre Cooperación Económica Chino-paraguaya se inauguró el 24 de agosto del año en curso en Taipéi, siendo presidida por el ministro de Industria y Comercio de la República del Paraguay, Dr. Ubaldo Scavone y el Ministro de Economía de la República de China, Dr. P.K Chiang. El acto inaugural contó con la presencia del presidente Wasmosy, quien actuó como testigo en la firma de una serie de convenios entre ambos países. En el discurso de inauguración, el ministro Chiang manifestó: "Confío en que la continua intensificación de nuestra cooperación beneficiará a nuestros dos pueblos y nos asegurará un futuro próspero y más seguro". Posteriormente, el ministro Scavone indicó que su visita a la República de China constituye una prueba más de los profundos lazos de hermandad que existen entre ambos países. En el aspecto técnico, el ministro Scavone destacó la integración del Paraguay al Mercosur y las posibilidades que ofrece ese proceso integracionista para la inversión extranjera.
Uno de los aspectos más sobresalientes de la Octava Conferencia sobre Cooperación Económica entre la República de China y la República del Paraguay fue la firma de los siguientes documentos bilaterales:
-Una Carta de Intención sobre Cooperación en el Estudio de la Planificación de una Nueva Ciudad de Asunción.
-Un Memorándum de Entendimiento entre los Gobiernos de la República del Paraguay y la República de China para la Promoción de un Parque Industrial en la República del Paraguay.
Fuente:
https://noticias.nat.gov.tw/news.php?unit=93&post=81637
Con la administración de los presidentes Cubas Grau (1998-1999) y González Macchi (1999-2003), la cooperación económica se volvió más notoria. En 1998, el gobierno de Cubas Grau obtuvo un crédito otorgado por dos bancos privados, The International Comercial Bank of China y China trust Comercial Bank, contando con el aval del gobierno taiwanés. El crédito, de US$ 400 millones de dólares brindado a Paraguay a 20 años, con una tasa de interés de 5,74%, fue desembolsado en mayo de 1999 y gestionado durante la administración de González Macchi.
En adhesión a esto, en diciembre de 2002, tras una serie de negociaciones con el gobierno taiwanés en un viaje diplomático a la isla, Paraguay obtuvo una donación de US$ 3 millones de dólares para ser utilizados en proyectos habitacionales en las jurisdicciones de San Lorenzo, Luque, Capiatá, entre otras. Además, ese mismo año Taiwán concretó la entrega de seis helicópteros al gobierno paraguayo.
Durante la presidencia de Nicanor Duarte Frutos, el gobierno continuó profundizando las relaciones con Taipéi. La ceremonia de toma de posesión de Duarte Frutos, en agosto de 2003, contó con la visita oficial de la vicepresidenta de Taiwán, Lu Hsiu-lien. Apenas un mes después, Duarte Frutos presentó un discurso en las Naciones Unidas, en el cual defendió férreamente a la República de China en la Asamblea General, instando a los demás países a apoyar a Taiwán en su objetivo de ingresar a la organización internacional. Esta defensa fue sostenida a lo largo del período en diversos organismos internacionales e incluso regionales como el Mercosur, desempeñando un importante papel en la defensa de los intereses isleños en la comunidad internacional .
A comienzos del siglo XXI, a partir del aumento de la presencia y la influencia de la República Popular China en el continente americano, las presiones hacia Paraguay crecieron notablemente. Las ofensivas de este país se manifestaron desde dos frentes diferentes: el primero, mediante el acercamiento del gobierno chino a la oposición y a los empresarios paraguayos; y el segundo, a partir de presiones concretas de los demás socios del Mercosur, principalmente desde Argentina y Brasil .
Para Paraguay, el hecho de ser el único Estado miembro del Mercosur que reconoce diplomáticamente a Taiwán y no a la República Popular China ha sido una dificultad que ha obstaculizado no sólo la firma de un TLC entre Asunción y Taipéi, sino también la firma de un TLC entre el Mercosur y la RPC. Esta situación se produce debido a la existencia de la Resolución 32/00 del Mercosur, en la cual se establece que los miembros del bloque deben “negociar en forma conjunta acuerdos de naturaleza comercial con terceros países o agrupaciones de países extrazona en los cuales se otorguen preferencias arancelarias”. Así, buscando generar una política comercial externa común, los países asumieron el compromiso de negociación con terceros en el marco del Mercosur, limitando la firma individual de acuerdos comerciales.
Con el objetivo de hacer frente a las presiones regionales, Paraguay se enfocó en reafirmar su apoyo a Taipéi e iniciar las negociaciones en torno a la firma de un futuro Acuerdo de Libre Comercio con la isla, a modo de generar una oposición al Tratado de Libre Comercio que se estaba gestando entre la RPC y los demás socios del Mercosur. Además, Duarte Frutos se ofreció como intermediario para promover la entrada de capitales taiwaneses al mercado sudamericano.
No obstante, la posición de Paraguay estuvo más comprometida al momento de ocupar su lugar en la Presidencia pro tempore del bloque en el 2005. En ese período, las presiones se intensificaron siendo que Asunción, como líder del bloque, debía continuar con el mandato regional cedido por Brasil, de avanzar en las negociaciones del ALC entre el Mercosur y la RPC, debiendo establecer contacto con un Estado con el que no mantenía relaciones diplomáticas.
El apoyo del Estado paraguayo a Taiwán en los diversos ámbitos fue ampliamente recompensado por el gobierno de Taipéi durante este período. Mediante la concesión de grandes créditos e importantes donaciones, de la mano de constantes intercambios de visitas de representantes de altos cargos, como la visita del vicepresidente Castiglioni a Taiwán en 2004, la llegada del presidente Chen Shui-Bian a Paraguay en el 2006, y la visita oficial de Duarte Frutos a Taipéi.
Durante la presidencia de Duarte Frutos, Taiwán promovió la donación de casi US$100 millones de dólares y de importantes subsidios por un valor de US$250 millones de dólares para empresarios taiwaneses que decidieran invertir en Paraguay (Información a validar) . Además, el gobierno taiwanés financió en esos años numerosos proyectos para el desarrollo tecnológico, edilicio y de salud pública en el país, que incluyeron la donación de 20 millones de dólares para la construcción de una nueva sede del Congreso Nacional paraguayo, inaugurada en el año 2003.
En adhesión a esto, la cancillería paraguaya inició en el año 2007 las negociaciones para obtener la condonación de la deuda de US$400 millones de dólares, contraída por el Estado paraguayo con dos bancos taiwaneses en 1999, que de acuerdo a los medios locales el préstamo fue dilapidado en un año de mandato sin la debida aclaración de los gastos (ABC Color, 27/07/2007, 1, Política). A pesar de ello, gracias a las gestiones realizadas por el canciller Rubén Ramírez junto con el gobierno de Taipéi y los bancos privados implicados, Paraguay logró el aplazamiento del pago de la deuda.
Tomando todo esto en consideración, el manejo de sumas tan importantes de dinero por los gobiernos paraguayos no ha pasado de manera desapercibida por la sociedad en general. Durante el gobierno de Duarte Frutos, numerosas críticas fueron realizadas por parte de la oposición debido a la falta de control y transparencia en la utilización de las ayudas económicas otorgadas y a la falta de interés por parte del gobierno taiwanés de establecer un mecanismo para rendir cuentas del dinero utilizado en este país, manifestando confianza ciega en la gestión del gobierno paraguayo. Así, millonarias sumas de dinero quedan expuestas a la utilización corrupta o al despilfarro, como alegan que sucedió con los U$56 millones empleados para la construcción de viviendas sociales durante la administración de Duarte Frutos, siendo fuertemente criticado por su carácter proselitista, sumado al deplorable estado de construcción que finalmente tuvieron las mismas.
Con el triunfo electoral de Fernando Lugo en el año 2008, las polémicas controversias sobre el histórico relacionamiento entre el Partido Colorado y la República de China, en consonancia con el importante crecimiento de la influencia de la República Popular China en el continente, obligaron a Paraguay a abrir el debate sobre la posibilidad de modificar el reconocimiento diplomático de Taiwán hacia la nueva potencia mundial.
El interés del entrante gobierno de establecer lazos con la República Popular China se manifestó a lo largo de su campaña política y continuó en el inicio de su mandato. Luego del triunfo en las urnas, Lugo anunció una política de acercamiento paulatino a la RPC y la posibilidad de cambiar el reconocimiento diplomático. Este cambio de postura con respecto al relacionamiento con Taipéi se manifestó de manera más notoria durante el primer discurso de Lugo en la Asamblea General de la ONU, en octubre de 2008, donde por primera vez en años el Paraguay no defendió a Taiwán en el organismo internacional.
No obstante, las intenciones de Lugo se vieron obstaculizadas por un contexto político inesperado. La llegada de Ma Ying-jeou, del Kuomintang (Partido Nacionalista), a la presidencia del gobierno taiwanés en el 2008 inicia un período de distensión en las relaciones entre la RPC y la República de China, llegando a generar una tregua diplomática, en la cual ambos gobiernos acordaron rechazar o aplazar cualquier cambio en el relacionamiento con países aliados. Por lo tanto, a pesar de la propuesta de Lugo a Beijing, Paraguay continuaría siendo uno de los 23 países que reconocían a Taiwán, por sobre los 172 que reconocían a la RPC en ese momento.
Más adelante, la situación decantaría nuevamente a favor de la República de China. Durante los años siguientes, las intenciones de cambiar el reconocimiento diplomático fueron perdiendo fuerza con el tiempo, y las relaciones entre Paraguay y Taiwán continuaron sin modificaciones a lo largo de todo el mandato presidencial de Fernando Lugo.
La llegada al poder del vicepresidente Federico Franco, luego del polémico juicio político y posterior destitución de Fernando Lugo, incentivó nuevamente la postura pro-taiwanesa en Paraguay. La República de China fue uno de los primeros Estados en manifestar su reconocimiento al nuevo mandatario, a una semana de ocurrido el acelerado impeachment y ante un escenario conflictivo a nivel diplomático por la suspensión de Paraguay en los bloques regionales de integración.
En una visita diplomática a Taipéi en mayo de 2013, Federico Franco realizó una evaluación de su corto gobierno, anticipando la asunción presidencial de Horacio Cartes en agosto de ese año, resaltando los logros institucionales y defendiendo la calidad democrática de Paraguay. También, destacó la importancia estratégica de la alianza con Taiwán y agradeció el ofrecimiento del presidente taiwanés Ma de ampliar la cooperación entre ambos países en diferentes áreas.
El presidente Horacio Cartes asumió la presidencia de Paraguay el 15 de agosto de 2013, normalizando las relaciones políticas con sus vecinos y posibilitando la reincorporación de Paraguay al Mercosur y la UNASUR. En el acto inaugural de gobierno, Cartes estuvo acompañado de sus pares regionales, junto con el príncipe Felipe de Asturias, en representación de España, y el presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou.
Durante la administración cartista, las relaciones con Taiwán siguieron el camino de la profundización, mediante la cooperación en materia de asistencia técnica, militar y económica. A su vez, el gobierno taiwanés anunció la creación de una universidad especializada en tecnología, con el fin de fomentar la educación universitaria en Paraguay en áreas de mayor competitividad.
En el ámbito multilateral, se presenció el retorno de la postura en apoyo a Taiwán en los discursos de Paraguay en la Asamblea de las Naciones Unidas, abogando por la inclusión de la República China en los diferentes espacios multilaterales, resaltando principalmente su apoyo a favor de la participación de Taiwán como miembro observador en la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, los últimos años de mandato de Horacio Cartes se vieron opacados en marzo de 2017, luego del intento del sector oficialista de aprobar una enmienda que posibilitara la reelección presidencial, acto que se encuentra prohibido según la Constitución Nacional paraguaya. Esta situación, desembocó en un levantamiento popular que terminó con la quema parcial del Congreso y con la muerte de un militante del PLRA, en manos de la política en la sede del Partido Liberal.
De manera indirecta, esta crisis política involucró a la República de China debido a que los fondos para la construcción del nuevo Congreso (inaugurado en 2003 y parcialmente destruido durante las manifestaciones de 2017) fueron donados de forma casi íntegra por Taiwán. No obstante, la postura tomada por el gobierno taiwanés fue notablemente amigable y resultó en apoyo a la sociedad paraguaya, en la medida en que el embajador de Taiwán felicitó a Paraguay por mantener la institucionalidad y la democracia.
En agosto de 2018 un nuevo presidente asume el poder en Paraguay. La llegada de Mario Abdo Benítez supuso un nuevo desafío para las relaciones entre Asunción y Taipéi, debido a la necesidad del nuevo gobierno paraguayo de posicionar su política exterior respondiendo al nuevo escenario regional y mundial.
El inédito ímpetu que tomó la guerra comercial entre Estados Unidos y la RPC, en el marco de una puja de poder no sólo económica sino también política, repercutió en varios niveles del ámbito internacional. Por un lado, el relacionamiento de Taiwán con Estados Unidos tuvo un notorio impulso luego del triunfo de Trump, acercando sus posiciones en detrimento de las relaciones de Estados Unidos con la RPC. Esto fue posible debido al triunfo de la oposición y al cambio de gobierno en la Isla de Formosa en el 2016, con un giro hacia un gobierno de carácter más independentista. Esto a su vez, implicó también el recrudecimiento de las tensiones en el Estrecho de Taiwán entre las dos Chinas.
Por otro lado, la incursión de la RPC en la región latinoamericana tomó un mayor impulso en los últimos años, materializándose en los foros de colaboración China-CELAC, que permitieron nuevas instancias de diálogo. Estos instrumentos no sólo están orientados a la cooperación económica, sino que también responden a un interés geopolítico, en la medida en que estas reuniones posibilitan el acercamiento de China a aquellos países que todavía reconocen al gobierno de Taiwán, pero mantienen al mismo tiempo importantes relaciones comerciales con la República Popular China, como es el caso de Paraguay.
En el transcurso del primer año de gobierno de Abdo Benítez, la política exterior paraguaya con relación a Taiwán experimentó algunos cambios. Si bien, desde el inicio del mandato el canciller Luis Castiglioni sostuvo que el relacionamiento con la República de China continuaría avanzando por el mismo camino, también aseveró que el gobierno intentaría promover una política de mayor acercamiento hacia la República Popular China, buscando crear una institución que favorezca la relación comercial, el flujo de capitales y la circulación de personas con ese Estado.
El interés del nuevo gobierno paraguayo de profundizar las relaciones comerciales con la República Popular China también se vio reflejado en una reunión de jefes de Estado oficializada en Uruguay. En ella, el presidente Abdo Benítez anunció su intención de apoyar al Mercosur en su intención de avanzar en una negociación hacia un Acuerdo de Libre Comercio con China, aunque aseguró que ese acuerdo debería respetar las relaciones diplomáticas que tiene Paraguay con Taiwán.
Una publicación del diario británico Financial Times, firmada por los periodistas Michael Stott, desde Londres, y Kathrin Hille, desde Taipéi, fue dada a conocer que Mario Abdo Benítez habría solicitado al gobierno de la República de China (Taiwán) una “inversión de mil millones de dólares”, de manera de poder resistir las presiones internas para mudar el reconocimiento diplomático hacia la isla.
“El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, ha pedido a Taiwán que invierta US$ 1 mil millones en su país para ayudarlo a resistir la presión ‘enorme’ para que cambie el reconocimiento diplomático a su rival China. La mayoría de los aliados diplomáticos restantes de Taiwán se encuentran en América Latina y el Caribe, pero Beijing los ha ido alejando gradualmente con ofertas de ayuda, préstamos y comercio. Un cambio de Paraguay, el país más grande por área que aún reconoce a Taiwán, sería un duro golpe para Taipéi”, explica el medio inglés.
En caso de existir presiones como el medio europeo atribuye, esas provendrían de sectores políticos interesados en que Paraguay se desligue del vínculo diplomático y cooperativo que lleva por décadas con Taiwán para permitir que el gigante continental aterrice en nuestro país, como lo ha venido realizando en otros países de la región.
En plena pandemia, los máximos referentes del Frente Guasu presionaron por lograr este propósito, utilizando a las vacunas chinas como excusa en el peor momento de la delicada situación sanitaria mundial.
En Setiembre del año 2.022, El Presidente del Congreso reconoce descontento de legisladores por falta de apoyo de Taiwán. El presidente del Congreso Nacional, Óscar Cachito Salomón, reconoció que entre sus colegas del senado existe descontento por la falta de apoyo que muestra Taiwán hacia nuestro país, pese a las relaciones diplomáticas que mantenemos. Negó que exista una presión o amenaza para retirarle nuestro apoyo a ese país, pero admitió que “como paraguayo”, debe exigir un poco más.
En entrevista con los medios de comunicación, el presidente del Congreso Nacional Óscar Cachito Salomón reconoció que existe descontento entre sus colegas senadores ante la falta de apoyo de en el marco de las relaciones diplomáticas que tenemos con esa nación.
Dijo no tener información sobre el supuesto pedido que hizo Mario Abdo Benítez de cierto monto a Taiwán para continuar con relaciones.
No obstante, aseguró que varios compañeros expresaron que “hasta este momento lo que apoya Taiwán a nuestro país es absolutamente insuficiente”.
Activación del Parque Industrial. “Se habló de activar el parque industrial Taiwán-Paraguay, que está en Alto Paraná, y de transferencia de tecnología, así como un número importante de ayudas, que no llegaron”, reclamó Salomón.
Piden que Taiwán impulse reactivación de parque industrial. Subrayó que este descontento ya se lo expresaron al embajador de Taiwán, “y el prometió ver de qué manera mejorar la ayuda”. “A nosotros nos interesa muchísimo la reactivación del parque industrial. Nos interesa la transferencia de tecnología y otras inversiones; hace rato escuchamos que inversionistas importantes de Taiwán iban a desembarcar en nuestro país y hasta ahora no vemos”, señaló el senador.
Algunos colegas ya quieren mirar hacia China continental. Manifestó su preocupación ante este hecho y comentó que desde la embajada de Taiwán se comprometieron a hacer gestiones. “Incluso hubo compañeros que solicitaron que se mire ya directamente a China continental, lo cual yo no comparto, pero sí hay compañeros que iniciaron incluso presentaron proyectos de declaración para apoyar a China”, contó.
Agregó que él no puede pedir “Ya todos sus compañeros que piensen igual”. “Yo acompaño lo de Taiwán, pero como paraguayo debo ser un poquito más exigente. Necesitamos más inversión y debo reclamar porque el pueblo está exigiendo. Cada año recibimos a supuestos inversionistas pero hasta ahora no vemos concreción”, reclamó Cachito Salomón.
Las dificultades que posee Taiwán de mantener el ritmo en la puja contra la RPC por la influencia sobre sus países aliados se ha vuelto cada vez más notoria en los últimos años, especialmente luego de la pérdida del reconocimiento diplomático por parte de varios países importantes para Taiwán en el último período. Esto ha obligado a la República de China a flexibilizar su posición con respecto a las relaciones de sus aliados con la RPC, cediendo a la posibilidad de que éstos aumentasen sus relaciones económicas con la República Popular China.
El nuevo presidente Santiago Peña (2023) y la mandataria de Taiwán, Tsai Ing-wen, reafirmaron el apoyo y la colaboración mutua durante una visita oficial de Peña a la isla. Ambos rememoraron que se cumplen 66 años de relación internacional.
Durante una visita oficial a Taiwán, el presidente electo Santiago Peña se reunió con la mandataria taiwanesa, Tsai Ing-wen, reafirmando su apoyo a la alianza bilateral. En la ocasión, expresó su admiración por el desarrollo económico y social de la isla.
“En los próximos cinco años, Paraguay estará al lado de la República de China (Taiwán) sin ninguna duda. Es nuestro compromiso firme con el pueblo taiwanés”, aseguró Peña, al tiempo de manifestar su deseo de imitar el modelo económico y social de Taiwán y reducir la pobreza en Paraguay.
Tsai, por su parte, destacó que la visita coincide con el 66º aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambas naciones, el único aliado que le queda a la isla en Sudamérica.
Asimismo, la presidente taiwanesa, quien va por su segundo periodo, expresó su esperanza de que Asunción y Taipéi “puedan seguir apoyándose mutuamente y contribuir a la paz y la estabilidad global”.
No obstante, las relaciones entre Taiwán y Paraguay se han mantenido sin grandes cambios hasta el momento, reflejándose en la continuidad de la cooperación entre ambos países y en el apoyo que sigue ofreciendo Paraguay a Taiwán en los discursos promulgados en los espacios multilaterales como la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
En consecuencia, aún es posible afirmar que el relacionamiento diplomático entre Paraguay y la República de China se sostiene con una firme proyección a futuro, o al menos en la medida en que los intereses comunes continúen brindando beneficios mutuos. Por el momento, resulta difícil pensar en un Paraguay que decida prescindir de la cooperación y de la ayuda taiwanesa, por lo tanto, Paraguay continuará por un tiempo más siendo el mayor ejemplo como bastión de resistencia que posee Taiwán en la región.
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